El 6 de enero de 1980 apareció publicado en «La letra de la vida» —una sección del suplemento dominical de ABC—, este pequeño texto anunciando la vuelta al cine de Zulueta. La autora, la fallecida Pilar Trenas, menciona con cierto asombro la candidatura a recibir el premio cinematográfico del Ministerio de Cultura, en el apartado de «Especial calidad», que en esos momentos tenía la película (y que le sería efectivamente otorgado en febrero), estando aún sin estrenarse y apenas terminada.
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IVAN ZULUETA VUELVE AL CINE
Iván zulueta es un hombre de cine que después de diez años de alejamiento del llamado Séptimo Arte ha vuelto a él. Desde aquellos cortometrajes como «Frankenstein», «Masaje», «Leo es pardo» o el largo «Un, dos, tres, al escondite inglés», han pasado diez años, en los que Iván ha trabajado, sobre todo diseñando los carteles de las películas de otros, dibujando y dibujando, anuncios de películas. Pero como ya estaba un poco cansado de hacer lo mismo, nuevamente se lanzó a la aventura cinematográfica con «Arrebato», película que incluso a él le cuesta explicar de qué va, a pesar de ser el responsble del guión y de la realización; y a pesar de que la película está rodada y le faltan últimos toques de montaje y de mezclas. Sus protagonistas, Eusebio Poncela, Cecilia Roth, Wil-More [sic] y Marta Fernández-Muro desarrollan una historia en la que aparece la droga, el vampirismo, la música y el cine, dentro del cine. Es una película de cinéfilos y de drogas en la que un director de cine que ha hecho dos desastrosas películas sobre vampiros, inicia una especia de romance con la protagonista de su última película y a partir de este momento todo se complica de forma extraña. De lo que sí es consciente el equipo de este filme es de que tiene calidad y por eso aspiran a obtener alguno de los premios a la calidad que anualmente otorga el Ministerio de Cultura. Es curioso que antes de su estreno, la película ya tenga un objetivo en el campo de los galardones; pero si muchos escritores crean sus obras en base a algunos premios, ¿por qué no va a adoptar esta moda el cine? Y es que a veces, suena la flauta por casualidad.