Edición en blu-ray y DVD de ‘Un, dos, tres… al escondite inglés’

Edición blu-ray de 'Un, dos, tres... al escondite inglés' (Mercury/Divisa, 2015)

Edición blu-ray de ‘Un, dos, tres… al escondite inglés’ (Mercury/Divisa, 2015)

El pasado 19 de marzo, una búsqueda rutinaria llamó nuestra atención sobre un misterioso y escueto anuncio de preventa. En un sitio web de apariencia robotizada, vampirizado entre cientos de enlaces «monetizables» flotaba el icónico cartel de Un, dos, tres… al escondite inglés a ínfima resolución, con un pie que invitaba a obtener más información. Armados de curtida apatía y frialdad clicamos con poca o ninguna esperanza de ver otra cosa que no fuera un vulgar sumidero publicitario, pero sorprendentemente el hallazgo parecía real… Nos encontrábamos en la web oficial de FNAC, ante la ficha de preventa de ¡una edición en blu-ray y DVD de Un, dos, tres… al escondite inglés que verá la luz el próximo 16 de abril!

Rebobinemos un poco. Como ya contábamos en este artículoUn, dos, tres… al escondite inglés, debut industrial de Iván Zulueta bajo el paraguas de la productora de José Luis Borau, El Imán, se estrenó en marzo de 1970. Maltratada primero por la «burrocracia» (la obligatoria firma de Borau como director, dada la normativa que impedía a Zulueta dirigir una película oficialmente al no haber obtenido el título de la EOC ni el permiso del sindicato vertical presidido por Bardem, arrastra hasta hoy un creciente cúmulo de errores registrales); la censura, que aunque leve en sus formas, acentuó aún más el retraso del estreno (todo un año) con interminables trámites y misivas compulsadas; la inexperiencia y negligencia de sus artífices —incluido Borau— para agilizar su comercialización; y más tarde, por una inapropiada distribución —recluida en salas de arte y ensayo— y una serie de maniobras fraudulentas por parte de la exportadora de cine estatal Cinespaña. Al escondite inglés (título previo al del «Un, dos, tres» añadido por su distribuidora, y posterior al descarte de otros títulos como Superpoderes o Caca, culo, pedo, pis) descendió al inframundo del cine olvidado inmediatamente después de su estreno.

Reflotada rara vez en cineclubs durante los años 70 y más a menudo en los 80 —al calor del naciente culto a Arrebato— en esporádicas reposiciones televisivas, su primera edición en vídeo corrió a cargo de Coleccionistas De Cine, difunta editora que en 1985 produjo una copia en VHS de astrosa portada, hoy presunta pieza de coleccionismo a juzgar por su rango de precios en el mercado de segunda mano. Como curiosidad, la duración de esta cinta asciende —según los registros y seguramente por error— a 105 minutos, entre 15 y 20 más que su minutaje oficial en los diferentes formatos.

Dieciséis años después, rebasado ya el 30 aniversario del estreno, aparece una segunda edición en VHS, la más popular de las dos pese a estar editada en el pequeño sello Bettlach y distribuida por la no menos modesta Nacadih Vídeo. De hecho, hasta hace unos años no era difícil encontrarse copias de esta edición en grandes superficies. No obstante, su aparición en el ocaso del formato analógico y en los albores del DVD, hizo pronto de ella una edición insuficiente, viendo pasar los años enclaustrada en un formato obsoleto. La defunción de Borau en 2012 dejaba en suspenso su legado cinematográfico, y los admiradores de Zulueta nos temíamos una vez más lo peor… Finalmente fue adquirido por Mercury, y el catálogo de El Imán empezó a digitalizarse en 2014 incluido en un inmenso lote de 300 reediciones, fruto de un acuerdo entre Mercury y Divisa.

Dentro de quince días comprobaremos si la espera ha merecido la pena. Daremos cuenta de ello en su momento, pero por ahora las perspectivas han ido desde la ilusión desatada hasta la cauta tibieza. Pese a la emoción que provoca la preservación y reintroducción en el mercado que supone la digitalización en doble formato, y de la prometedora resolución Full-HD incorporada en la versión blu-ray, mantenemos nuestras reservas ante:

  • A) La metodología del proceso explicada en esta noticia (telecinado, reductores de grano…), esto es, un aroma a automatización y procesamiento a granel, en lugar de un escaneo cuidadoso y una restauración a mano arremangada.
  • B) El estado desconocido de la copia utilizada como master.
  • C) La información publicada apunta a una ausencia total de extras y de libreto informativo.

Muy probablemente, hacer justicia a la obra de Zulueta como a todos nos gustaría sea una empresa completamente inviable en la, tan poco acostumbrada a la conservación, «industria» cultural española (menos aún podemos esperar de los agentes públicos, dado el estrangulamiento al que está sometida la Filmoteca). En cualquier caso, esta edición supone un sustancial avance en el camino de la recuperación de dicha obra, y un respiro para nosotros.

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